Shua, Ana María
Son hombres, mujeres y niños excelsos en el arte de fingir la vida. Imitan con tanta perfección los movimientos humanos que sólo su constante repetición los denuncia como muñecos de madera. Su dueño y creador descolla en la perfección de los detalles, como el brillo de la piel, el volumen de la carne. Uno de los hombres tiene un tic; una mujer, con los ojos perdidos, esboza...