Farina, Alicia
Depositó en el suelo las pieles de los animales cazados y se detuvo a escucharlo. Limpió las manos del carbón que las cubría y se detuvo a escucharlo. Galopó sin parar y llegó justo para escucharlo. Detuvo la clase y salió de prisa para escucharlo. Bajó de la pared, frenó el tren, abandonó el volante del taxi, calló las rotativas, acalló el bombardeo, y se detuvo a escucharlo....