Hinrichsen, Ana
Alguien anunció al amanecer acontecimientos acreditados al alba: amores apasionados acaecían allá arriba ante azuladas aves aleteando alborotadas y ardillas adormiladas. Amanecían amorosamente anudados, acuciantemente almibarados. Avistados al azar, acertijos anteriores arrastraron a aparatosas acusaciones.
Ascendiendo, amos armados asomaron amenazantes, asustando almas, ardillas, aves. Aguas abajo, acrópolis agrisadas acucian a amarillentas almas angustiadas y aisladas, adhieran a la animosidad auroral.
Ahora, aturdidas aves azuladas –alados abanicos abatidos-, añoran, y abedules abjuran apenados, al aciago amor amanecido, arriba acorralado.