Hidalgo, Paloma
Debiste dejarme dormir David, despierta debo dejar de descubrir dorados destinos, debo desterrar dulces deseos. Dormida disfruto distendida de delicados dones, del don de declamar, de dibujar divinas dalias, de domar díscolos duendes… Despierta debo declinar desatinados despropósitos, deslucidos deleites deslavados desprovistos de digna delectación. Dichosa dormía duermevela: de Dante delirio, de Darwin doctrina; declaraciones decretadas de defensores degustaba, dejando dudas deliberadamente detenidas dentro de dosieres de difícil divulgación.
Descansaba dócil, desnuda de duelos, desvestida de desánimo ¿Delito dices? Desapruebo David dicha diatriba, dormir defiendo. Donar descanso disipa dolores, despoja de deberes. Dalí, Delacroix, Degas, dedos dotados dejaron dibujos de durmientes. Delibes, Diderot, Dumas describieron divinos dormitorios.
Déjame dormir David, después dame dátiles dulces, dime delicadezas, declárate desde dentro… Descansada dejaré de dudar, diré dentro de diez días despósame.