Giordano, Miguel Ángel
-No, no. Éste no -, se dijo a sí misma en secreto y siguió estática, en su sitio. Luego de transcurridos unos minutos ocurrió una escena parecida.
-A ver…, no, éste tampoco -, y se mantuvo quieta.
Después recordó aquellas palabras que en algún momento de su existencia, fueron como una delicada iluminación. Palabras surgidas desde lo más profundo de su ser, desde...