García, Liliana
Eva era mi norte, mi musa, ahora en cambio, es un ave que surca mis nostalgias. Amábala tanto que el atlas me quedó pequeño de tanto seguirla, y esto no es una metáfora: desde Salta, hasta Alabama y Roma, su amor me fue llevando de aquí para allá, hasta que me di cuenta de que amar tiene la fragilidad de una rama que se quiebra fácilmente con el tiempo y la distancia.
Yo sé...