Casamayor, Juan

Juan Casamayor
Juan Casamayor

Visita a la Argentina

1. La especialización de Páginas de Espuma en el cuento nos acercó desde un principio naturalmente a los escritores latinoamericanos, especialmente a los argentinos. Siempre hubo una intención editorial, literaria y comercial de trabajar con el país, aunque hoy queremos hacer más que una visita a la Feria del Libro. Un poco porque la editorial ahora se lo puede permitir y otro poco porque la crisis que atraviesa España nos obliga a reportar otros mercados… Si bien nuestra política de autor hace que vivamos más del fondo que del servicio de novedades, hay mucha inestabilidad y nerviosismo en el sector, y muchas editoriales independientes se vieron duramente afectadas. Por eso la idea es empaparnos un poco más de lo que se palpita acá. No focalizar solamente en los autores y los medios de comunicación, sino enterarnos también qué respiran los libreros, qué problemas tienen, cómo funciona el lector, qué se lee en los periódicos, etc.

El cuento ¿un negocio?

2. El negocio del cuento es que no hay negocio. Cuando logras entender eso entiendes que puedes tener una editorial independiente, pequeño- mediana, que ya va a cumplir 13 años y con un catálogo que se fortalece día a día. Esa proclamación de “el cuento no vende” a la que nos enfrentamos a finales de los noventa no es real. Quizá no sirva para hacer mucha plata, pero aquí hay cinco personas que vivimos de Páginas de Espuma, y eso no es poco. Lo único que tiene que existir es una voluntad real de vender libros de cuentos. Ajuar Funerario, de Fernando Iwasaki, funcionó por ejemplo muy bien en librerías pero no se vendió mayormente por esa vía. Es un libro que a mí me pareció extraordinario para los chavales de 14 a 16 años, y por eso fuimos junto a nuestros distribuidores a las administraciones públicas de México y Perú para lograr que forme parte de las bibliotecas de aula y entrase al canal de lectura obligatoria. Hoy ya lleva siete ediciones en siete años y hemos vendidos más de 60.000 ejemplares. Otras editoriales que no trabajan por y para el cuento no se toman ese trabajo.

El microrrelato en el mundo editorial

3. En España se habla del “boom del cuento”. Es cierto que hay más lectores de narrativa y que editoriales importantes incursionaron con algunos volúmenes, pero la verdad es que sigue habiendo un rechazo sistemático hacia este género. El microrrelato, en cambio, aunque está mucho más ausente en los medios, nos ha dado unas alegrías enormes. Ana María Shua, sin ir más lejos, le debe su entrada a España al microrrelato. Cuando publicamos Temporada de Fantasmas, Cazadores de Letras eclosionó y Fenómenos de Circo tuvo una gran acogida, una repercusión que no había logrado antes con su novela. Y luego, desde un punto de vista de catálogo, un libro muy vivo es Por favor sea breve I y II, compilado por Clara Obligado. Vendimos cerca de 15.000 ejemplares del primer título y vamos camino de 4.000 del segundo.

Coro de voces

4. El catálogo de la editorial tiene autores muy conocidos, otros no tanto (al menos en España), y una vez al año nos permitimos publicar un autor inédito, eso nos gusta muchísimo. Hay muchas vías de captación. La principal es nuestro propio tejido de autores. Es el caso de Andrés Neuman, a quien conocimos gracias a Isabel Mellado, que para entonces era su inquilina… Otros manuscritos por supuesto llegan de forma anónima. El síndrome Chejov, por ejemplo, llegó de una forma doblemente anónima. Miguel Ángel Muñoz nos escribió como un tío que había perdido a su sobrina en un accidente, contando que la muchacha había dejado un manuscrito inédito en la mesilla junto a un libro de nuestra editorial y que por eso nos lo enviaba a nosotros.

Cláusulas

5. En la medida en que podemos nos gusta llevar de gira a nuestros escritores para acercarlos al público lector. Esto es otra cosa que las editoriales no suelen hacer por un libro de cuentos. Nosotros creemos en el género y además vivimos de ésto, por eso muchos autores reconocidos nos eligen. Muchas veces incluso publican sus novelas en otras editoriales aclarando por contrato que los libros de cuentos se los darán a Páginas de Espuma. Y las otras editoriales suspiran aliviadas, porque siguen considerando los cuentos como un descanso del novelista y no quieren trabajar para ellos.

E-books

6. Páginas de Espuma participa actualmente de un proyecto lanzado por el gobierno de España para que las editoriales digitalicen parte de su catálogo y analicen el funcionamiento del libro electrónico, un instrumento que llegó para quedarse, aunque todavía no facture. En este sentido la crisis de España no me preocupa, lo que me más importa es la crisis del paradigma del libro en el mundo entero. El papel no sólo va a tener que convivir con otros formatos, sino también con otra forma de entender la información, el ocio y la lectura. Hoy estamos más informados y comunicados que nunca, pero ¿nos informamos realmente en profundidad? ¿Es comunicarse decir “estoy con dos amigos tomándome un té en el centro de Bs As “? Estos cambios afectan la forma en que se lee y determinan hacia qué libros vamos. En este sentido trabajar con la narrativa breve nos abre enormes posibilidades. No todos tienen acceso a lectores asiduos a un cuento a la semana, a un microcuento al día, o a armar su propia antología seleccionando distintos autores de la editorial.

Malos empresarios

7. El microrrelato quizá no es un boom pero tiene muy buena acogida. Su difusión es sencilla, y va de la mano de los canales de comunicación que exigen precisamente brevedad. Calza muy bien con los talleres literarios, los concursos y las escuelas de escritores. Pero para que el libro llegue hay que hacer un trabajo comercial. Nosotros somos en realidad cuatro filólogos. Siempre hemos andado despacio y algo temerosos, y eso nos dio la capacidad de ir creciendo de una manera más sostenida. Si nos hubiéramos metido en otro tipo de ambiciones hubiera sido distinto. Yo creo que precisamente porque hemos sido muy malos empresarios la editorial funciona.

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